Por Roberto Llanos Rodado

Lo que en redes sociales han dado por llamar de manera informal y genérica como el ‘Movimiento, Circuito, o Círculo Musical y Salsero de Barranquilla’, que vincula a mucha gente relacionada con todo tipo de música, no solo a amantes de la salsa; resultó uno de los grupos sociales más duramente golpeado por el infortunio en este 2020 que marcha raudo a su final.

Quince de sus integrantes dieron el adiós definitivo y pasaron a ese plano ignoto del que aún no se sabe regreso.

Algunos por causa del temible coronavirus, y otros por motivos diversos, fallecieron a lo largo de un año considerado funesto en muchos sentidos.

De esta lista, que solo elaborarla produce congoja, hacen parte personajes muy respetados y queridos como el insigne pianista Samuel Del Real, el polifacético Rafael Bassi Labarrera, el profesor Jairo Soto Hernández, Pedro Antonio Acosta Barraza (Pekos Salsa), Roberto José Urquijo Fonseca (Joe Urquijo), Eliécer Aniano Espitia Iglesias, Fernando Viloria, Nicolás De Alba Matos, Orlando Díaz, Argel Noriega Visbal, Víctor Butrón Márceles, Ángel Modesto Correa Fontalvo (Anco), Iván Gutiérrez, Jesús Aycardi y Winston Sánchez.

Unos más conocidos que otros, algunos anónimos, varios cobijados bajo los reflectores de los medios de comunicación; todos contribuyeron desde diversos ángulos y posiciones a enriquecer la cultura de la música popular en la ciudad.

Vale la pena aclarar que el citado ‘Movimiento, Circuito o Círculo Musical y Salsero de Barranquilla’ no es una organización estructurada como tal; es solo un grupo espontáneo y diverso para el que no se necesita ninguna membresía; y cuyos integrantes, aunque se identifican entre si, no necesariamente actúan y permanecen unidos; muchos ni siquiera se relacionan de manera directa.

Incluye a melómanos de todos los gustos, artistas, investigadores musicales, coleccionistas y comerciantes de discos.

También a picoteros, disc-jockeys, dueños de estaderos, propietarios de picos, amantes de la salsa, alguna gente de radio, ciertos periodistas, profesionales de diversas áreas, e incluso a clientes habituales de estaderos, entre algunos otros.

Todos interactúan en torno a la música desde diferentes espacios, y en estos tiempos de pandemia y tecnología han fortalecidos los lazos a través de redes sociales, grupos de mensajería instantánea como WhatsApp, y por videollamadas.

En honor a la memoria de estos 15 personajes que físicamente nos dejaron, y para que su legado se mantenga vivo no solo entre los que los conocieron, sino entre quienes apenas ahora saben de ellos; los recordamos en esta corta y sentida semblanza que publicamos en el orden respectivo de los decesos.

1. Ángel Modesto Correa Fontalvo, 44 años, conocido en el movimiento musical como Anco; su deceso ocurrió el 17 de febrero, y con él se inició la senda trágica pues fue el primero de este grupo de melómanos barranquilleros en partir en el 2020. La información que se obtuvo fue que su organismo se resistió a un trasplante de riñón. De la vieja escuela salsera de los 60 y 70, Anco se dejó absorber luego por la música africana que irrumpió a mediados de los 70. Este gusto lo llevó a convertirse en un acucioso investigador de la rítmica del continente negro, y luego en referente de su difusión en Barranquilla. Con mucha frecuencia era invitado a musicalizar el ambiente en billares y estaderos donde lo promocionaban como “Anco, el rey original de la música africana”. Tuvo un local para la venta de discos en la calle 38 entre carreras 41 y 43, de donde luego se trasladó a la misma calle con carreras 43 y 44. Se desempeñó también al frente de la tornamesa del picó El Africano del barrio Las Nieves.

2. Jairo Enrique Soto Hernández, 61 años, falleció el miércoles 19 de febrero, licenciado en Ciencias Sociales y Económicas, docente universitario, escritor, adelantó estudios de especialización en Gobierno, asuntos públicos, planeación urbana y regional. Contaba con una maestría y doctorado en educción. Soto Hernández fue un acucioso y carismático investigador musical y cultural del Caribe colombiano. Dirigía la Fundación Espacio Caribe, que enfocaba a la promoción de la cultura popular y el Carnaval. Autor igualmente de los libros ‘El diablo en la cultura popular del Caribe colombiano’ y ‘Los diablos del Corpus Cristi de Valledupar’. En el sistema informativo de Cardenal Radio manejaba el espacio ‘Crónicas e historias musicales’, en el que con amenas y documentadas narrativas presentaba los viernes a las 8:30 de la mañana relatos detrás del canto y perfiles de los grandes maestros de nuestra música vernácula. Alcanzó a realizar unas 400 crónicas radiales de este estilo, manifiesta su hijo, el periodista Jairo Soto, quien lo recuerda como un melómano afecto a Ruben Blades, el Gran Combo, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, los Beatles, los Rolling Stones.

3. Rafael Bassi Labarrera, 72 años, su deceso se produjo el lunes 27 de abril en Medellín debido a un infarto cardíaco. Melómano de tiempo completo, coleccionista de música de diversos géneros y ritmos. También profundo y minucioso investigador musical. Un preocupado absoluto por el desarrollo del arte y la cultura en la ciudad, y gran animador del Carnaval con la comparsa ‘Disfrázate como quieras’. Dirigía los espacios radiales Jazz en clave Caribe, Concierto Caribe y Vámonos de fiesta, que transmitía por Uninorte Estéreo. Fue propietario del desaparecido bar salsero Rico Bassilón. Químico de profesión, ex docente universitario y apasionado por el béisbol, era hincha furibundo de los Yankees de Nueva York. Colaboraba en medios impresos con notas periodísticas sobre artistas y música. Igualmente un hombre de un carisma y talante humano excepcional, el propio bacán currambero. Su deceso sorpresivo caló muy hondo entre todos los que lo conocimos, y es un episodio que aún se lamenta.

4. Pedro Antonio Acosta Barraza, 72 años, con este nombre era poco conocido, pues trascendió más como Pekos Salsa, apelativo que le gustaba mucho y que lo identificaba en el medio salsero de la ciudad. En la década de los 70 fue disc-jockey de los estaderos Bronx Casino y Las Vegas, en ese momento entre los sitios salseros emblemáticos de la ciudad. Luego se convirtió en vendedor de LP, discos compactos y la novedad actual, las memorias, preferentemente entre los seguidores de la salsa y de las baladas de los años 60 y 70. Por sus conocimientos salseros más que un comerciante de música era un asesor de coleccionistas y de clientes comunes, a quienes les ofrecía sus discos. Contaba con muchas amistades en el medio radial de las estaciones de la banda FM. Durante una época recorría los estaderos de salsa de la ciudad ofreciendo un show vibrante en el toque de los timbales. Pekos Salsa llamaba mucho la atención por su atuendo multicolor y cabello tinturado de rubio.

5. Fernando Viloria Meza, 40 años, partió en su viaje final el miércoles 24 de junio, tras permanecer hospitalizado durante varios días. Hacía parte de las nuevas figuras representativas del gremio picotero de la ciudad. Por varios años estuvo al frente de la tornamesa de El Huracán del barrio San Nicolás, una de las máquinas de música y sonido más figurativas de la actual onda de los picós. Fue uno de los fervientes impulsores del formato turbo. Sobresalía como un vasto conocedor de la rítmica africana, de mucha preferencia en estos aparatos. La muerte de ‘Fernandito’, como era conocido cariñosamente en el medio picotero, fue muy lamentada por su juventud y personalidad efusiva. Viloria Meza hacía parte de una nueva camada de picoteros surgidos a partir del año 2000, cuando entra en vigencia el formato turbo de los picós.

6. Joe Urquijo / Roberto José Urquijo Fonseca, su nombre de registro, 70 años, su deceso se produjo el miércoles 24 de junio tras varios días recluido en una clínica afectado de covid. Cantante y compositor salsero de gran trayectoria en orquestas reconocidas como Grupo Raíces, el internacional Grupo Niche, Pacho Galán, los Hermanos Martelo, Alma Latina, Charanga Almendra, La Bandita, Robert y su banda, y últimamente Son La Cueva, entre otras. Tiene en su historial la grabación original de los súper éxitos de Joe Arroyo ‘La Rebelión’ y ‘Mi Mari’, que en 1978 él llevó a los estudios con los nombres de ‘El Mulato’ y ‘María’, con su propia orquesta, la mencionada Robert y su banda. Entre algunos de sus éxitos interpretados con el Grupo Raíces están ‘Alcoba’, ‘Quiero’, ‘Lo siento amor’. No tuvo grabación con Niche, pero en las presentaciones de la orquesta tenía la responsabilidad de cantar los temas del excantante de la agrupación Moncho Santana, ‘Cali pachanguero’, ‘Del puente para allá’, ‘Solo un cariño’, entre algunos.

7. Eliécer Aniano Espitia Natera, 66 años, falleció el lunes 6 de julio. Es recordado como fundador de la tradicional verbena ‘A pleno sol’, uno de los bailes que hizo historia en el Carnaval de Barranquilla por la calidad de las agrupaciones locales e internacionales que presentaba, y la gran cantidad de rumberos que convocaba; además del ambiente fraterno y tranquilo que allí se disfrutaba. Eliécer Espitia también hizo parte de esa gran cofradía de bacanes amantes fervientes de la salsa que existen en Barranquilla. Siempre inquieto, a nivel de negocios se hizo empresario de grandes eventos picoteros, propietario y administrador de establecimientos siempre relacionados con la salsa. Su deceso también causó sorpresa y mucho dolor entre familiares, amigos y los que tuvieron el placer de conocerlo.

8. Iván Gutiérrez, 52 años, falleció el martes 9 de junio de infarto cardiaco, era propietario de una venta de discos en la calle 31 entre carreras 40 y 41, en pleno corazón del Centro de Barranquilla. Inició como vendedor mayorista de CD, que grababa en su residencia del barrio La Victoria. Las muestras eran preferentemente sobre salsa y música cubana. También incursionó en la venta de tocadiscos y elementos propios para equipos de sonido. Últimamente se dedicó a la venta de vinilos. Era respetado en el gremio de vendedores por su excelente criterio para seleccionar la música que ofrecía. Gozaba de una variada clientela y de amigos que lamentaron profundamente su muerte con mensajes en Facebook que destacaban su personalidad afectuosa y trato ameno.

9. Argel Gonzalo Noriega Visbal, 84 años, falleció el martes 9 de junio de un paro cardiorrespiratorio. Célebre y respetado empresario propietario del famoso estadero ‘Donde Argel’ (calle 46 con carrera 21), uno de los establecimientos icónicos del circuito salsero de la ciudad, conocido en esta nueva etapa con el eslogan de ‘la ventana musical de Barranquilla’. El negocio lo inició hace 33 años en el popular barrio Las Nieves, pero debido a la demanda de espacio por la gran afluencia de público, tuvo que trasladarse a las cómodas y lujosas instalaciones actuales, donde alcanzó a saborear las mieles del éxito. El negocio sigue adelante de la mano de su hijo José Noriega, heredero de su legado musical. Argel, como lo llamaban todos con afecto y consideración, era igualmente un melómano consumado y excelente anfitrión. El sitio se caracteriza por una fiel y selecta clientela que sigue rindiendo tributo a la leyenda de don Argel Gonzalo Noriega Visbal.

10. Jesús Aycardi, 57 años, su deceso ocurrió el 12 de julio en pleno apogeo de la pandemia de covid. Era propietario de una  venta de discos situada en la carrera 40 entre calles 31 y 32, en la que gozaba de una vasta y distinguida clientela. Era conocido en el gremio con el apodo cariñoso de ‘Chucho 3000’. Uno de sus fuertes en el negocio de la música era el conocimiento que tenía sobre la discografía africana, que tanto gusta en el medio picotero y en vastos sectores del sur de la ciudad. Se inició en el negocio a principios de los 80 con la comercialización de casetes. Su puesto de venta se convertía diariamente en un punto de encuentro de amantes de la música, en el cual se desarrollaban animadas y prolongadas tertulias alrededor de la música.

11. Winston Enrique Sánchez Saltarín, 58 años, falleció el 8 de noviembre. Se desempeñaba como rector de la Institución Educativa Eva Rodríguez Araujo del municipio de Malambo. Docente, exconcejal de Puerto Colombia, donde también fue secretario de Gobierno y de Educción. Reconocido como un dinámico líder de esa población en la que siempre abanderó procesos sociales, deportivos y culturales. Toda esa actividad la combinaba con su pasión por la música salsa. “Contaba con una discoteca selecta que se caracterizaba no por la cantidad, sino por la calidad de los discos”, dijo de él su amigo Danny Tinoco. En el 2004 ganó un encuentro de coleccionistas en el desaparecido estadero Rico Melao. Dirigía un grupo de melómanos llamado ‘Amigos por siempre’, conformado por docentes que se reunía periódicamente a tertuliar y escuchar música. Sus amigos lo recuerdan como un hombre extrovertido, excelente anfitrión, salsero medular, hincha furibundo del Junior y la Selección Colombia.

12. Nicolás Enrique De Alba Mattos, 57 años, falleció el miércoles 10 de noviembre; uno de los más entusiastas coleccionistas de la ciudad, pasión a la que le no le escatimaba inversiones económicas importantes con tal de hacerse a “rarezas musicales de alta calidad”, siempre con el objetivo de contar con una discoteca de lujo. Durante el período de aislamiento por la pandemia participó desde se residencia en varios encuentros virtuales de coleccionistas. Uno de estos fue ‘Salsa vs. Balada’, el 29 de octubre, 11 días antes de su partida, en el que programó todo su arsenal salsero. Sus amigos resaltaban de ‘Nico’, como lo llamaban de cariño, su caballerosidad, su gran don de gentes, el buen trat0, la elegancia para vestir, y el “buen oído para la salsa”. Fue asiduo visitante con amigos y su familia de los más importantes estaderos de salsa de la ciudad, destacándose siempre por el espíritu de alegría con que disfrutaba esos momentos.

13. Víctor Butrón Márceles, 74 años, falleció el miércoles 18 de noviembre a las 2 de la madrugada. Hijo de don Félix Butrón, fundador propietario del célebre sello disquero Felito Rec0rds. Víctor tuvo su propio sello musical, Karen Records, nombre en honor a una de sus hijas. Actualmente era el propietario de los tradicionales almacenes Discolombia, situados en el Centro de Barranquilla en los que se dedicaba a la compra y venta de discos en vinilo, Cd, Dvd, Mp3, instrumentos musicales, tocadiscos, agujas. Víctor Butrón creó en los años 70 la pujante cadena de almacenes Music Center, que nació en Barranquilla, creció por toda la Costa y se extendió también a algunas ciudades del interior del país. Quienes interactuaron con él lo definieron como una persona de trato amable y respetuoso con el cliente, al que solía brindarle una excelente atención con tal de que estuviera satisfecho. Dueño también de un gran talante humano, siempre gozaba de buen humor, ‘mamador de gallo’, buen patrón y servicial. Sus almacenes eran punto de reunión de artistas de las agrupaciones locales, donde surgían animadas tertulias en torno a la música.

14. Orlando Díaz. De 80 años, no hay fecha exacta de su deceso, pero el hecho ha sido confirmado por su hijo Rolando Díaz a amigos de su padre. Murió por causa del coronavirus. Orlando era comerciante de discos y ganó prestigio en el gremio por sus vastos conocimientos sobre música costeña y romántica en el género baladas de los 60 y 70. Igualmente era experto en la música llamada de vieja guardia, boleros, cha cha chá, guarachas; mambos, salsa y la discografía cubana. Su último punto de venta fue un kiosco situado en la calle 38 entre carreras 43 y 44. Se especializó en la venta de vinilos que combinaba con libros, pues también era un ávido lector. A mediados de los 90 estuvo como programador musical del programa de baladas Festival Romántico, que dirigía el periodista Luis Vega por Radio Cultural Uniautónoma. Durante el auge que tuvieron los encuentros de coleccionistas de salsa a finales de los 80, Orlando Díaz resultó varias veces en el podio de triunfadores.

15. Samuel Del Real, 67 años, barranquillero, destacado pianista, arreglista, compositor y director musical de salsa y latin jazz. Falleció el 10 de diciembre en Chicago (EE. UU), donde residía desde hacía 35 años. Formado en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, a los 15 años se inició como pianista de la legendaria orquesta del maestro Pacho Galán. En 1975 se traslada a Venezuela donde integra orquestas importantes en pleno apogeo de la salsa como la Dimensión Latina, el Trabuco Venezolano. Luego conformó su propia orquesta, y en 1983 lanzó el tema ‘Ella no baila sola’, que se convirtió en un clásico salsero en Nueva York y todo el Caribe. En el medio musical de Chicago, donde era reconocido y querido, Samuel Del Real se dedicó a la salsa y el latin jazz. Grabó la serie Pianos del Caribe, que incluye la triada musical Piano caliente, Piano jamboree y Piano navideño. Su visita más reciente a Barranquilla la hizo en el 2019, cuando participó en el Barranquijazz.